Complejos, amplios y envejecidos. De textura densa, burbuja fina y sabor tostado. Con aromas a cítricos, manzana, mantequilla, frutos secos, lácticos y pan tostado.
Combínalo
Pescados y aves ahumados o cocinados a la brasa. Con guisos y sopas de pescado tradicionales. Platos de texturas viscosas como ostras o pies de cerdo. Acompaña estos vinos con salsas de crema, mantequilla, bechamel o salsas de vino blanco. Arroces de ave o de pescado. Pasta con salsas blancas de crema o mantequilla, o con frutos de mar. Ideal para quesos cremosos. Condimenta tus platos con especias dulces (clavo, nuez moscada…), con setas o con contrapuntos frescos como cítricos o hierbas frescas.
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